sábado, 31 de mayo de 2014

A definir los 23

Horas decisivas en la definición de la lista de 23 jugadores que Alejandro Sabella deberá presentar, a mas tardar el lunes, para el mundial de Brasil. Seguramente las dudas son más nuestras que del propio entrenador, que está trabajando ya hace una semana con 26 seleccionados.
Alejandro Sabella

Veamos quienes pueden ser los que integren la lista final. En dos lugares no hay ninguna dudas, los arqueros y delanteros. Romero, Orión y Andujar serán los encargados de custodiar el arco, mientras que los que tendrán la responsabilidad de convertir son Messi, Agüero, Higuain, Palacio y Lavezzi.



Los inconvenientes se presentan en la defensa y en el mediocampo. Zabaleta, Fernández, Garay y Rojo seguramente serán los defensores titulares, si no hay ningún imprevisto. Lo incluimos a Basanta en esta lista, por su continuidad en el ciclo, siendo el único defensor zurdo restante que puede jugar como lateral izquierdo y sumarse en caso de buscar un quinto defensor en algún esquema. Parece que la idea es llevar siete defensores, y quedan dos lugares para tres. Campagnaro  estaría adentro también, es el lateral derecho suplente para el entrenador y  puede jugar como central. La duda ahora es si Otamendi o Demichelis. Por experiencia y presente parece que el ex River corre con ventaja, campeón en Inglaterra y jugando en un alto nivel . Si bien ambos tienen experiencia mundialista, la ventaja del ex Vélez es que también puede ser lateral derecho (lo hizo en Sudáfrica 2010 por ejemplo).

PH: Elgraficodiario.
En la mitad de la cancha Gago y Mascherano serán el doble cinco, Biglia y Banega sus reemplazantes. Di María no deja dudas y por el podría jugar Maxi Rodriguez, que hasta será tenido en cuenta a la hora de sumar un cuarto volante por el sector derecho. La idea sería llevar ocho jugadores en esta zona del campo de juego. Los últimos dos lugares lo pelean cuatro. Si el equipo jugaría algún partido con cuatro volantes (Maxi, Gago, Mascherano, Dí María), faltarían reemplazantes por los costados, y eso es lo que se busca. Por el sector derecho el lugar está entre Augusto Fernández y Enzo Pérez, de no ser por la lesión el primero sería una fija, pero hay que ver como evolucionó en estos días. Si no está en condiciones, irá el jugador del Benfica que está atravesando un buen momento. Por el sector izquierdo es Ricky Alvarez o José Sosa. Ambos son del gusto del DT, aunque Sosa parece ser más una convicción del entrenador. Ninguno fue titular en su equipo esta temporada, pero si sumaron minutos ingresando desde el banco. 

Sabella arrancará jugando con el esquema de 4-3-3, pero no hay que descartar para alguna ocasión el 4-4-2 y hasta el 5-3-2 utilizado en alguna ocasión, por eso hay que armar un plantel capaz de adaptarse a estos esquemas. Parece que no hay margen para una gran sorpresa, en las próximas horas lo sabremos.

@juanferrario

@105pf 

jueves, 29 de mayo de 2014

¿Objetivo cumplido o salida forzada?



Esta es la tercera vez que Ramón se va River Plate, y siempre se fue campeón. Luego de reunirse con D´onofrio y su equipo de trabajo, Díaz les manifestó que no iba a seguir dirigiendo al Millonario. La consecuencia de una relación que nunca fue estable, de una estrategia de los directivos para forzar la salida del DT o de un Ramón Díaz que sintió que el objetivo estaba cumplido, son las posibles causas para este final abrupto del ciclo del Pelado y sus colaboradores.
D´onofrio y Ramón, juntos.
Después de una semana de algarabía en los alrededores del Monumental, a efectos de la coronación en el Torneo Final y el triunfo sobre San Lorenzo en la Superfinal, la tranquilidad parecía haber vuelto a River después de muchos años, seis precisamente. Pero algunas declaraciones a los medios, tanto del ahora ex técnico como del mandamás del club, dejaban entrever ciertas asperezas a limar en una reunión a convenir, que finalmente tuvo lugar el martes en las oficinas del club.
Desde la dirigencia bajó el discurso de la necesidad de vender jugadores del actual plantel para sanear las finanzas de la institución, además de la no consideración de hacer rutilantes esfuerzos económicos para suplantar esas bajas. Este punto empezó a alejar a Ramón, así como la intención de los directivos de contar con nombres que deben retornar al equipo luego de haber sido cedidos a préstamo, caso Mora y Trezeguet, enfrentados abiertamente con Díaz.
También es cierto que la relación de la comisión directiva con Ramón Díaz no ha sido la mejor. Desde antes de asumir, D´onofrio cuestionó y prometió revisar y ajustar el contrato que había firmado el riojano con el por entonces presidente, Passarella. El DT, por su parte, dijo antes de las elecciones “hay un candidato que no me quiere”, haciendo clara referencia a quien ganó finalmente los comicios en diciembre pasado.
El Final, 6to título local del DT en River
Otro punto de conflicto fue el deportivo, es decir, el flojo comienzo que tuvo el equipo en el campeonato que finalmente ganó. Luego de perder consecutivamente con Godoy Cruz y con Colón, la continuidad del riojano se puso en duda. Si bien en un principio se lo respaldó, el propio presidente mencionó que le pediría un paso al costado si las cosas no le saliesen bien.  Otro chispazo fue el agradecimiento de Ramón a la barra, después de ganarle a Atlético Rafaela en el Monumental. Este hecho, si bien no pasó a mayores, tuvo una marcada desaprobación por parte de la dirigencia.
Díaz nunca terminó de sentirse totalmente querido por la nueva cúpula del club. Nunca sintió un fuerte respaldo, sino sólo timoratas declaraciones de apoyo, siempre marcando el terreno de que la comisión directiva es quien manda. Esta es la política que asumió el nuevo mandatario y sus laderos, River por sobre todas las cosas. El haberse rodeado de glorias de la institución, precisamente Enzo Francescoli, también fue una cuestión para resaltar en la relación entre técnico y dirigentes. La reafirmación del riojano en el puesto fue más una cuestión popular, D´onofrio vino a reformular el club, y en esa idea parece no haber estado Ramón, al menos el que todos conocemos, el del perfil alto.
Díaz cortó con una sequía de 6 años
Lo cierto es que los resultados le dan la derecha al entrenador que obtuvo ocho títulos en River. Volvió el 4 de diciembre del 2012, y después de 544 días al frente del club, volvió a darle una alegría al pueblo riverplatense. Después de tantas pálidas, tanto institucionales como deportivas, no es menor el hecho de que el Millonario haya vuelto a salir a campeón, y menos con qué técnico al mando. Difícil es saber si otro DT lo podría haber conseguido, pero la realidad es que Díaz cumplió con esa meta, motivo que dio puertas afuera para su salida, aunque no haya sonado del todo convincente.
En el horizonte se encuentra una decisión compleja para quienes toman las decisiones en River. Con la Libertadores, la Sudamericana, la Copa Argentina y el torneo local por delante, también la restructuración del plantel profesional, ahora se le suma la elección de una nueva cabeza del grupo. Además, no es lo mismo elegir un técnico después de Ramón que de cualquier otro nombre, menos cuando se viene de salir campeón, de no perder en todo el año frente al rival de toda la vida, y de volver al ruedo internacional.

Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF


 

jueves, 22 de mayo de 2014

Torneos argentinos: Vélez campeón y Racing a la B

Nada parece definido en este fútbol argentino. Todavía no sabemos que va a pasar del futuro en la disputa de los próximos torneos. Aunque todo parece indicar que el próximo será de transición en primera división y que en la B Nacional se dará un certamen que permitirá ascensos en masa, con un mínimo de 10 equipos subiendo a la máxima categoría. 
Es tan raro el torneo doméstico que River y San Lorenzo jugará una final, que no cuenta como título oficial, y en la que el premio es jugar la Copa Sudamericana, y luego enfrentar al ganador de la Copa Argentina en una especie de Supercopa Nacional. 
Recordemos que la idea general de realizar el torneo Inicial y luego el Final era que los ganadores de ambos se enfrenten en un único partido que definiera al campeón de la temporada, y que ese sea el único campeón. En este caso, los de Ramón Díaz y los de Bauza no hubiesen dado la vuelta olímpica y lo definirían este sábado. 
Son todas organizaciones sobre la marcha y que no nos dejan claro hacia donde apuntan. Parece que con un torneo largo, con un campeón anual y que casi todos los equipos tengan posibilidades de luchar por algo a lo largo del mismo se resolverían algunos problemas. Los técnicos durarían más o se podrían hacer planes a largo plazo.  Son todas cosas por comprobar. Para esto también tendrían que desaparecer los promedios, claro esta.  
Los invito a jugar o imaginar un poco. Hemos visto este año como se definieron ligas como la española o la inglesa, a mi entender las dos mejores del mundo. está claro que no siempre se definen así, pero esta temporada ocurrió de que hubo incertidumbre hasta el final.
Pasemos esto al torneo argentino, que hubiese pasado si nuestra temporada se hubiese desarrollado así. Respetaremos los clasificados a las copas, serán cinco a la Libertadores y siete a la Sudamericana porque acá se suma Lanús como último campeón del certamen. Y de los cinco de la Libertadores, dejaremos una plaza para el campeón de la Copa Argentina. 
Entonces hubiese pasado esto: Veléz y Boca con 61 serían los mejores de la temporada, serían campeón los de Liniers por diferencia de gol, ya que entre ellos ganaron un partido cada uno, o en última instancia tendrían que ir a una final. A ellos dos se le sumarían San Lorenzo (60) y Lanús (59) a la Libertadores más el Campeón de la Copa Argentina. 
A la Copa Sudamericana hubiesen clasificado: Estudiantes (59), River (58), Gimnasia (57), Newells (56), Godoy Cruz (56), Rosario Central (54) y por último campeón Lanús. Estamos hablando un torneo muy peleado, en el que del primero al sexto hay tres puntos de diferencia, algo menor que lo que se da en los torneos cortos.
Nos queda por definir los descensos, que serían los últimos tres de la temporada: All Boys (37), Colón (36) y Racing (33).
Posiblemente con el torneo de 30 equipos o más veremos cosas como estas. Sin promedios cada temporada sería un empezar nuevo para cada equipo, y hasta pienso que se podrían ver partidos con mejor nivel futbolístico.
@juanferrario
@105pf


lunes, 19 de mayo de 2014

River, la espera se terminó



Se terminó la larga agonía, River es campeón. Seis años tuvieron que pasar para que el Millonario consiguiese una nueva estrella, la número 35 de su historia. Más de dos mil días de espera, de angustias, de tristezas, de enojos, de un andar errante, incongruente con los 113 años de vida riverplatense.
Desde el 2008 a esta parte, River sólo había conseguido un título, el Clausura de ese año. Pero la falta de lauros no fue el problema que afrontó la institución de Núñez. Los malos resultados deportivos fueron la consecuencia de una dirigencia negligente -con José María Aguilar y Mario Israel como principales responsables-, desinteresada del futuro del club y abocada a llenar sus bolsillos en detrimento de uno de los equipos más grande del país.
El Festejo del Clausura 2008
Así, River se acostumbró a deambular en los puestos bajos de la tabla. Se fue Simeone, llegó Gorosito, luego Astrada, Cappa y J.J. López. Aguilar ya no era el presidente, Daniel Alberto Passarella convenció al socio que llegaba para sanear la vida deportiva y económica de River. El nuevo presidente, e ídolo del club, lejos estuvo de lograr eso.
El desenlace de estos desmanejos es historia conocida. La grandeza del River multicampeón, del equipo que formó entre sus filas a los mejores nombres de la historia del fútbol argentino, sufrió una herida de muerte. Pero el Millonario no se rindió, agachó la cabeza y peleó por volver al lugar de donde no se tendría que haber ido.
Para esa etapa contó no sólo con la vuelta de referentes como Cavenaghi y Domínguez, sino también con la presencia de Almeyda como técnico, quien decidió colgar los botines, arremangarse la camisa y ponerle el pecho a una situación desconocida, tanto como insólita, para todo el mundo River.
Las ingratitudes del fútbol, así como se le puede adjudicar a otra mala decisión de Passarella, hicieron que el Pelado tuviese que dar un paso al costado a la dirección técnica del club. Fuera el ex volante de la selección argentina, el clamor popular pidió por su técnico devoto: Ramón Ángel Díaz. El Riojano marcó una época dorada en los ´90: tricampeonatos, Libertadores y Supercopa, su designación era lógica.
Pese a la enemistad conocida, Passarella fue por él. Si la movida fue política, al hincha poco le importó, el DT más ganador volvía al club. Ramón, sin los jugadores de tiempos pasados, lograba un subcampeonato en su primer torneo. El certamen que prosiguió fue su peor registro al mando del club, La Banda terminaba en los últimos puestos y Díaz parecía no encontrar el rumbo.
El socio castigó a Passarella con el voto, y D´onofrio asumió como nuevo presidente. Pese a algunas especulaciones, el flamante mandatario confirmó a Ramón en el puesto. Y así arrancó el Torneo Final 2014. River incorporó sólo dos jugadores, pero uno de ellos fue el Torito Cavenaghi, quien volvió para ser campeón, y también capitán.
River, en pleno festejo
El Millonario comenzó el campeonato con una victoria sobre Gimnasia de La Plata. Luego de un empate en Rosario, el equipo de Ramón perdió con Godoy Cruz como local. Un comienzo irregular llenó de dudas a todo River. La siguiente fecha perdió con Colón, en el que fue superado ampliamente, siendo el peor partido del equipo en el campeonato.
Era el turno de San Lorenzo en el Monumental, y era toda una prueba de fuego para el equipo,  también para Ramón. El colombiano Gutiérrez le dio oxígeno al Riojano y River ganó 1 a 0. Sumó 4 puntos las dos fechas siguientes, hasta que perdió con All Boys en Floresta. El equipo no levantaba vuelo.
Llegó Lanús en la novena, y con una muestra de carácter  sumaba su tercera victoria consecutiva de local. En la décima era hora de jugar con Boca, y aquí River empezó a sacar la chapa de candidato. Luego de 10 años sin ganar en La Bombonera, Lanzini y Funes Mori le dieron una alegría inmensa a sus hinchas, y 3 puntos de oro.
El plantel con la copa "Raúl Alfonsín"
Otra victoria de local, derrota en Córdoba, triunfo contra Rafaela y empate con Estudiantes en La Plata. River, a fuerza de una gran racha en su cancha, se iba haciendo un lugar entre los primeros, más cuando derrotó a Vélez en la decimoquinta. La fecha 16 empata con Olimpo, y El Lobo platense parecía ir seguro al título. Un sufrido triunfo con Racing, otra vez de local, y con Chichizola como figura, hacia ilusionar a toda la gente.
A dos fechas del final, el Millonario enfrentó a un descendido Argentinos. El Quilmes de Caruso había bajado a Gimnasia, allanándole el camino al equipo de Ramón. Mercado y Teo transformaron, con sus goles, la ilusión de la gente en realidad concreta. River, de ganar la última fecha, era el nuevo campeón.
Y llegó la decimonovena. El Monumental desde temprano se dejaba ver lleno hasta el tope. Todas aquellas amarguras, decepciones, todo ese dolor de ver a un grande en la mala, estaba a punto de terminar. Al mejor estilo del River tricampeón, el equipo del Riojano se floreó frente Quilmes. A los 25 minutos ya ganaba por dos goles, y la hinchada Millonaria sólo esperaba el pitazo final de Trucco para volver a ser.
Cinco goles convirtió River. Cada grito era el desahogo propio de una institución que aprendió a sufrir, que conoció la deriva, que fue herido sensiblemente. Seis años pasaron para que  River vuelva a su lugar histórico. Fue el equipo más regular, logró 8 victorias consecutivas como local, 7 partidos sin perder en el tramo final del torneo y ganó todos los partidos claves.
Cavenaghi, capitán y goleador
El Millonario es el campeón, y es el cúmulo de varias cuestiones. Desde la vuelta de Cavenaghi, como bandera dentro del campo de juego, más el acercamiento de figuras de otros tiempos al club por iniciativa de la nueva dirigencia, promovieron una vuelta a los orígenes que le permitió a River acordarse de su historia. La conformación de un equipo por sobre las individualidades, el nivel parejo entre casi todos los jugadores del plantel, más la figura de Ramón desde el banco, hicieron  de la solidez y la regularidad del equipo, una de las claves para esta nueva conquista.


Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF 




miércoles, 14 de mayo de 2014

Caruso Lombardi, antónimo de descenso



El festejo a lo Maradona DT contra Perú, las fanfarronerías frente a los micrófonos, los chistes e imitaciones a periodistas y otras yerbas conocidas, son de la autoría del técnico más mediático del fútbol argentino. Referencia constante en los medios deportivos, y hasta en los noticieros centrales de los canales de aire, declarando como jefe de un grupo o haciendo alguna monería, Ricardo Caruso Lombardi siempre está en la caja boba.
Más allá de su alta exposición, el Tano sigue haciendo de las suyas. Reconocido hincha de Estudiantes de La Plata, el pasado domingo con su equipo, Quilmes, le ganó a Gimnasia y lo alejó de la punta.
Caruso, y todo Quilmes, festejando
Claro que lo saliente del triunfo no fue detener la marcha del Lobo hacia su primer campeonato, sino que con esos puntos conseguidos, salvó nuevamente a un equipo del descenso. En este caso, revivió a una institución que parecía condenada ya en febrero, cuando ya habían pasado Nelson Vivas y Blas Giunta, quienes no le encontraron la vuelta.
El excéntrico técnico se había quedado con la espina un par de años atrás, cuando llegó para dirigir al Cervecero en una situación de emergencia deportiva. Aunque hizo una campaña digna de asegurarse un puesto en Primera División, el descenso se consumó en la última fecha del Clausura 2011.
Esta vez la historia parecía repetirse. Si bien no se había ido bien de Quilmes – lo dejó en puestos de ascenso, dirigiendo en la B Nacional, para irse a San Lorenzo- el Presidente del club, Aníbal Fernández, confío en él nuevamente. Tras la ida de Giunta, el club del sur de Buenos Aires se encontraba comprometido en la zona roja.
Asumió en la tercera fecha del presente Torneo Final, partido que perdió frente a Colón (2-0). Desde la séptima fecha, y por ocho partidos, estuvo en puestos de descenso. Caruso llegó a decir en los medios que su equipo estaba en un 90% descendido. Con un total de 7 victorias, 3 empates y 6 derrotas, Lombardi lo pudo rescatar del fondo del mar. Ya reconciliado con los fanáticos del Decano, dijo: “Era la deuda que tenía con la gente de Quilmes”.
Convertido en todo un experto en salvar a los clubes de primera, Caruso Lombardi no ha distinguido entre los denominados equipos “grandes” ni “chicos”. Ha salvado al Cervecero y a Argentinos, como también a San Lorenzo y a Racing. Esta es la sexta vez que  sale airoso de esta situación.
Racing, la mejor campaña en primera
Un dato a tener en cuenta es la alta efectividad que tiene cada vez que logra la permanencia. Por ejemplo, la primera vez en Argentinos, Clausura 2007, logró un 45% de los puntos. Para la temporada 2008, y dirigiendo a Newell´s, sacó un total del 53%, salvándolo de todo. En Racing, en 2009, logró una de sus mejores campañas al sacar el 62,5%, con La Academia en el quinto puesto de ese campeonato. Llegó a un comprometido San Lorenzo, y tampoco le pesó esa mochila. Obtuvo el 53% de los puntos. Aunque no evitó la promoción, el Ciclón le ganó la serie a Instituto y se quedó en primera. Por último, volvió a Argentinos, donde engrosó notablemente su promedio, pero no dirigió la segunda parte de la temporada.
El verborrágico entrenador también tiene una historia en el ascenso. Hizo lo suyo en Sportivo Italiano, en Estudiantes de Buenos Aires y en Tigre. Se le reconoce también, menos de lo que él mismo lo hace, haberle dado rodaje a jugadores desconocidos en la máxima categoría, por ejemplo: Juan Mercier, Gabriel Peñalba, Néstor Ortigoza, Román Martínez, Julio Buffarini, entre otros.  
Defenestrado por muchos, querido por otros tantos, lo que no se le puede discutir a Ricardo Caruso Lombardi, es su habilidad para sumar puntos y esquivarle a los descensos. Con planteos austeros, pero mentalizando al plantel de turno en que se puede cumplir el objetivo, donde el Tano no vende humo, sin dudas, es al final de cada temporada.


Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF