Esta
semana, toca analizar una de las series más vistas en el planeta y que
cambiaron el paradigma de cómo se hacía humor en las Sit Coms de los 90’(ya hemos repasado este concepto, ir a http://maasmedios.blogspot.com.ar/2013/05/los-simpsons.html ) es hora
de desmenuzar, Seinfeld.
Este
show que comenzó en 1989 cuenta como es la vida de Jerry Seinfeld, reconocido humorista estadounidense y uno de los
pioneros del género Stand Up ( de
hecho, cada capítulo empieza y termina con un breve monólogo de él) y la
relación que mantiene con sus amigos Cosmo Kramer (Michael Richards), George
Constanza (Jason Alexander) y Elaine Benes (Julia Louis-Dreyfus) . Cada
personaje más excéntrico y particular que el anterior con una cuota de
humanismo y realidad pocas veces antes vista en televisión. Ellos cuatro
afrontan capítulo a capítulo situaciones tan extraordinarias como reales y
sobre el final cada historia se desenlaza influyendo de manera desfavorable
sobre otro protagonista ( esta idea de finales cruzados tuvo mayor apego en la
serie luego de la primer temporada). Un dato interesante es la negativa de la NBC
en firmar un contrato extenso, por el miedo a que el show no gustará por
contener ‘’demasiados chistes sobre judíos y la ciudad de New York’’, palabras
textuales del presidente de la cadena, Boris Tartikoff .
Si
bien se ha escuchado en reiteradas oportunidades que Seinfeld es un show acerca de ‘’nada’’(Incluso en uno de los
capítulos se hacen bromas auto-referenciales sobre esta cuestión), es lo mismo
decir que es un show acerca de ‘’todo’’. El humor que se plante en la serie se
circunscribe a cada pequeño detalle que acontece en nuestras vidas, las cosas
más mundanas, más nimias (por ejemplo, los condimentos que usamos para la
ensalada, o la distribución de los botones de una camisa). Aquí todo se maximiza,
se discute y se interpela con tanta gracia y originalidad que el espectador no
puede quedar inerte ante el prisma que le propone Seinfeld para observar la vida.
Uno
de sus creadores Larry David, amigo
de Seinfeld, y del cual salen muchas de las vivencias que luego se utilizarían
para los capítulos( ejemplo: en su juventud, vivía frente a un vecino un poco
alocado llamado Cosmo Kramer) utilizó un lema para llevar adelante el show que
sirve de perfecto ejemplo para entender porque viene a reinventar el humor y
las Sit Coms que se veían hasta el momento: ‘’No hugging, no learning’’
(traducido al español, sin abrazos, ni aprendizajes). Así es esta serie, que
durante sus 9 temporadas dejó bien en claro que no iba a ser
un show ‘’soft’’ (traducido al
español, suave) donde abundarán los finales felices y las capítulos terminaran
cerrando correctamente para el bienestar de los protagonistas. Otras de las características es la personalidad
de los personajes, no se busca que sean‘’queribles’’, sino más bien humanos. Uno puede identificarse
con ciertos rasgos de ellos pero nunca sentirá pena por lo que les sucede.
Incluso la muerte se torna un gran hecho
cómico en el show. Este lema marcó de tal forma a los integrantes de la
serie que en el último capítulo se repartieron anillos con esta frase grabada.
Una de las primeras reglas a la hora de escribir
una historia, es la evolución de los personajes conforme avanza el argumento o
los capítulos. De este modo uno crece con ellos. Si estos no cambian o evolucionan,
uno comienza a sentir que la historia es falsa y deja de sentirse entretenido.
Sin embargo, Seinfeld es una de los
pocos programas en el mundo que pueden decir lo contrario.
Como
toda serie tiene sus detractores que ven en el show un constante culto del narcisismo, la inmadurez y el materialismo,
y su popularidad termina dejando una imagen un poco triste en nuestra cultura. Si
bien es una crítica , deberíamos recordar que la popularidad de un show
televisivo no termina de ser un fiel reflejo de una sociedad ,por otro lado,
heterogénea y diversa.
Siendo uno de los programas más mirados en el
mundo, galardonado decenas de veces y con un sorprendente raiting en sus repeticiones. Seinfeld
es un show que como pocos otros en la historia supo frenar y darle un final
cuando lo creyeron correcto. Habiendo rechazado más de 5.000.000 de dólares para
continuar con el show, Jerry Seinfeld y su elenco, decidieron que era hora de
decirle adiós a esos personajes el 14 de Mayo de 1989, ganándose un lugar en la
historia de la televisión y dejándole al mundo un legado humorístico verdaderamente inspirador.