Esta es la
tercera vez que Ramón se va River Plate, y siempre se fue campeón. Luego de
reunirse con D´onofrio y su equipo de trabajo, Díaz les manifestó
que no iba a seguir dirigiendo al Millonario. La consecuencia de una relación
que nunca fue estable, de una estrategia de los directivos para forzar la
salida del DT o de un Ramón Díaz que sintió que el objetivo estaba cumplido,
son las posibles causas para este final abrupto del ciclo del Pelado y sus
colaboradores.
D´onofrio y Ramón, juntos. |
Después de una
semana de algarabía en los alrededores del Monumental, a efectos de la
coronación en el Torneo Final y el triunfo sobre San Lorenzo en la Superfinal,
la tranquilidad parecía haber vuelto a River después de muchos años, seis
precisamente. Pero algunas declaraciones a los medios, tanto del ahora ex
técnico como del mandamás del club, dejaban entrever ciertas asperezas a
limar en una reunión a convenir, que finalmente tuvo lugar el martes en las
oficinas del club.
Desde la
dirigencia bajó el discurso de la necesidad de vender jugadores del actual
plantel para sanear las finanzas de la institución, además de la no
consideración de hacer rutilantes esfuerzos económicos para suplantar esas
bajas. Este punto empezó a alejar a Ramón, así como la intención de los
directivos de contar con nombres que deben retornar al equipo luego de haber
sido cedidos a préstamo, caso Mora y Trezeguet, enfrentados abiertamente con
Díaz.
También es cierto
que la relación de la comisión directiva con Ramón Díaz no ha sido la mejor.
Desde antes de asumir, D´onofrio cuestionó y prometió revisar y ajustar el
contrato que había firmado el riojano con el por entonces presidente,
Passarella. El DT, por su parte, dijo antes de las elecciones “hay un candidato
que no me quiere”, haciendo clara referencia a quien ganó finalmente los
comicios en diciembre pasado.
El Final, 6to título local del DT en River |
Otro punto de
conflicto fue el deportivo, es decir, el flojo comienzo que tuvo el equipo en
el campeonato que finalmente ganó. Luego de perder consecutivamente con Godoy
Cruz y con Colón, la continuidad del riojano se puso en duda. Si bien en un
principio se lo respaldó, el propio presidente mencionó que le pediría un paso
al costado si las cosas no le saliesen bien. Otro chispazo fue el agradecimiento de Ramón a
la barra, después de ganarle a Atlético Rafaela en el Monumental. Este hecho,
si bien no pasó a mayores, tuvo una marcada desaprobación por parte de la
dirigencia.
Díaz nunca
terminó de sentirse totalmente querido por la nueva cúpula del club. Nunca
sintió un fuerte respaldo, sino sólo timoratas declaraciones de apoyo, siempre
marcando el terreno de que la comisión directiva es quien manda. Esta es la
política que asumió el nuevo mandatario y sus laderos, River por sobre todas
las cosas. El haberse rodeado de glorias de la institución, precisamente Enzo
Francescoli, también fue una cuestión para resaltar en la relación entre
técnico y dirigentes. La reafirmación del riojano en el puesto fue más una
cuestión popular, D´onofrio vino a reformular el club, y en esa idea parece no
haber estado Ramón, al menos el que todos conocemos, el del perfil alto.
Díaz cortó con una sequía de 6 años |
Lo cierto es que
los resultados le dan la derecha al entrenador que obtuvo ocho títulos en
River. Volvió el 4 de diciembre del 2012, y después de 544 días al frente del
club, volvió a darle una alegría al pueblo riverplatense. Después de tantas
pálidas, tanto institucionales como deportivas, no es menor el hecho de que el
Millonario haya vuelto a salir a campeón, y menos con qué técnico al mando.
Difícil es saber si otro DT lo podría haber conseguido, pero la realidad es que Díaz cumplió con esa meta, motivo que dio puertas afuera para su salida,
aunque no haya sonado del todo convincente.
En el horizonte
se encuentra una decisión compleja para quienes toman las decisiones en River. Con
la Libertadores, la Sudamericana, la Copa Argentina y el torneo local por
delante, también la restructuración del plantel profesional, ahora se le suma
la elección de una nueva cabeza del grupo. Además, no es lo mismo elegir un
técnico después de Ramón que de cualquier otro nombre, menos cuando se viene de
salir campeón, de no perder en todo el año frente al rival de toda la vida, y
de volver al ruedo internacional.
Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF
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