Dos partidos
jugados, puntaje ideal y goles de Messi. La fría estadística es perfecta, hasta
previsible para el seleccionado argentino antes de comenzar el mundial.
Terminadas dos fechas de la primera ronda, Argentina suma seis puntos. El sábado, la selección ganó un
partido que le costó mucho más de lo que hubiese pensado y querido.
Messi, en pleno festejo de gol |
En la previa,
Irán era el rival más accesible del grupo. Puesto 43 en el ranking FIFA, cuarto
mundial en su historia y sin grandes nombres propios, son datos que hacían
prever una cómoda victoria argentina. Pero el desarrollo del cotejo fue bien
diferente, se ganó, pero se tuvo que esperar hasta que apareciera la figura
argentina, Leonel Messi.
La selección
asiática planteó un partido dignísimo, excesivamente defensivo sí, pero con
armas nobles. Pensado y llevado a la práctica, el equipo del portugués Queiroz,
sólo se enfocó en neutralizar los ataques argentinos y aprovechar algún
eventual contraataque. Esto último sucedió de manera concreta en tres ocasiones
que fueron bien resueltas por Romero, de gran actuación.
Irán fue un duro
escollo para el equipo de Sabella. Argentina arrancó bien, queriendo ser
agresivo, ganando en el juego aéreo en posición de ataque y haciendo conocer a Haghighi, el arquero persa.
Postal de la marca férrea iraní |
De a poco, el combinado nacional se fue alentando y dejó de
ser una amenaza para los Príncipes de Persia. De hecho, en algunos lapsos del
segundo tiempo, fue Romero el protagonista del partido, respondiendo de manera
brillante dos remates de cabeza que hubieran significado un resultado
histórico.
Agüero, otra vez desdibujado, volvió a ser recambio para el
técnico argentino. Di María intentó pero no pudo, Gago fue uno de los puntos
estratégicos de la marca iraní, Higuaín quedo inmerso en la buena tarea de los
centrales y Messi, algo fastidioso por la propuesta del rival, entró poco en el
circuito de juego.
La selección tuvo que ser paciente. El árbitro Mazic ya
había dado cuatro minutos de tiempo suplementario y el empate parecía cosa
juzgada, pero es ahí donde Argentina
corre con la ventaja de tener al mejor del mundo. Messi recibió la pelota en la
zona que más le gusta, cerca del área y por el sector derecho. Los once
jugadores iraníes estaban en posición de defensa, pero Leonel avanzó unos
pasos, aceleró frente a la marca de Reza (sí, el único delantero) y sacó un
remate imposible para el arquero.
Foto histórica, momento del gol |
Fue un golazo, el tercero en mundiales para La Pulga.
Explotó el Mineirao, Messi hizo delirar nuevamente a toda la turba argentina en
Brasil. El júbilo por semejante gol y por el triunfo permite seguir soñando con
este mundial, pero todavía Argentina no ha mostrado todo el potencial que puede
desplegar. Irán fue un rival pasivo, que regaló la posesión en busca de lograr
un resultado milagroso, algo no muy lejano a la propuesta de Bosnia seis días
atrás.
El caudal de juego del equipo es quizás la cuota pendiente
en estos dos partidos que pasaron, que seguramente irá apareciendo con el
desarrollo del mundial, con rivales que salgan a atacar a la selección y dejen
espacios para que ahí sí aparezcan las sociedades entre Messi, Di María, Gago y
los delanteros.
Para destacar es que se haya clasificado a los octavos de
final y haber ganado ambos partidos sin mostrar la mejor versión. A muchas selecciones
les ha costado por demás este mundial, España e Inglaterra han quedado afuera,
Italia deberá sufrir con Uruguay y Brasil aún no se aseguró su pase.
Ahora se viene Nigeria, el próximo miércoles. Sabella
deberá optar por dar un descanso a algunos jugadores o ir con todo para
asegurarse el primer puesto y evitar a Francia. Por su parte, Las Águilas
Verdes, se juegan la clasificación en este partido, mirando de reojo el
encuentro entre Irán y Bosnia, ya eliminado.
Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF
No hay comentarios:
Publicar un comentario