Tuvimos que
esperar 24 años y 5 días para que la selección Argentina vuelva a estar entre
los cuatro mejores equipos del mundial. El 30 de junio de 1990, en Italia y con
Maradona a la cabeza, Argentina pasaba a semifinales dejando eliminado la
desaparecida Yugoslavia. El pasado 5 de julio y después de tantas frustraciones,
el equipo nacional se aseguró su pasaje - el anteúltimo- en busca del sueño máximo.
Higuaín festeja con Messi y Di María |
El partido se
abrió rápido. Messi, en una rareza, recuperó en la mitad de la cancha. Se la
dejó a Di María que intentó otra cosa de lo que finalmente salió. Ese rebote oportuno que dio la pelota terminó en una media vuelta deliciosa de Higuaín,
que dejó sin chance alguna al bueno de Courtois. El Pipa, con un gol marca
Batistuta, nos hizo saber a todos los argentinos que acababa de comenzar su
mundial. Argentina 1-0, y la ilusión es cada vez más grande.
El resto del
partido pasó sin grandes sobresaltos para la selección. Bélgica sólo inquietó
con alguna escaramuza, pero ya sobre el final del encuentro. El equipo de
Wilmots nunca se encontró y sus mejores jugadores pasaron desapercibidos, más
allá del mérito que tuvo La Albiceleste de hacer inferior a un rival que en los
papeles parecía más duro.
Sabella hizo una
apuesta fuerte y le salió bien. Argentina jugó el mejor partido en la competición.
Para enfrentar a Bélgica, Pachorra decidió los ingresos de Demichelis y Biglia
por Fernández y Gago, sumándole Basanta por Rojo. Aunque éste era obligado por
la suspensión del ex Estudiantes, el DT podría haber optado por otras
alternativas como Campagnaro, por ejemplo.
Festejo Albiceleste post partido |
Estos cambios
mejoraron el aspecto defensivo del equipo. Demichelis le aportó experiencia y
solidez a la última línea, Basanta juego aéreo para la pelota parada -además de
haber hecho un correcto partido en la marca- y Biglia solvencia en el medio,
siendo una rueda de auxilio para Mascherano, ante el bajo rendimiento de Pintita.
Argentina tuvo sacrificio. Messi, más atrasado en la
cancha a como acostumbramos a verlo, hizo un gran partido. Enchufado, rápido
con la pelota para hacer pases quirúrgicos y con la voluntad propia de un
capitán que quiere ser campeón del mundo, corrió y marcó la salida del equipo
belga.
La defensa
correcta, buen partido de los cuatro marcadores. Romero estuvo bien. Biglia y
Mascherano fueron una garantía. Lavezzi jugó con el overol puesto, cumpliendo a
rajatabla las órdenes del técnico. Di María fue más socio de Messi que nunca e
Higuaín, más allá de su gol, un tanque que aguantó siempre las dos moles que tuvo Bélgica en el fondo.
La selección
nacional ya cumplió el primer objetivo, jugará los siete partidos del mundial de
Brasil. Sólo una mancha aparece entre tanta esperanza y es la lesión de Di
María. Lo del jugador del Real Madrid se trata de una lesión leve, según los
médicos argentinos, y hasta alguno aventura con que pueda estar en una
hipotética final.
El próximo
miércoles el nuevo escollo será Holanda. El historial es favorable a La Naranja
Mecánica. Los holandeses triunfaron en Alemania ´74, con un contundente 4-0. El
otro, más cercano en el tiempo, fue en Francia ´98, cuando Bergkamp ajustició a
Roa sobre el final del partido y puso el 2-1 que nos mandó de vuelta a casa. El
último fue en 2006 con un empate sin goles por la fase de grupos. El único
triunfo argentino es una de las páginas doradas de la selección y data del 25
de junio de 1978, el día que con los goles de Kempes y de Bertoni, Argentina se
consagraba por primera vez campeón del mundo.
Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF.
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