En esta oportunidad en +Medios hemos decidido volver a escribir sobre una producción
nacional. Una vez más, nos introduciremos dentro del mundo suburbano donde habitan
esas criaturas que pretendemos no ver. Los marginados, los lumpen, los “nadies” (Como
sabe llamarlos el maestro, Eduardo Galeano). Así es que analizaremos Okupas. Una miniserie de 11 capítulos
producida por “Ideas del Sur”, una productora que a pesar de que en el
imaginario colectivo figura como la creadora de “Bailando por un sueño” ha sido
la encargada de llevar a la pantalla chica grandes programas. Emitida en el
2000, Okupas, cuenta la historia de Ricardo (Rodrigo De La Serna) un joven
de 24 años que luego de haber abandonado la carrera de medicina y sentirse
alienado en el mundo, recibe una propuesta de su prima para cuidar una vieja
casa donde sistemáticamente irá rompiendo las reglas que se le impusieron ("No
quilombo, No drogas, No música fuerte, Chicas con discreción, No meter a nadie
en la casa"). En esta aventura se reencontrará con un viejo amigo de la infancia
“El Pollo”(Diego Alonso), e irá
haciendo nuevos amigos, Walter (Ariel
Staltari) y “El Chiqui” (Franco Tirri) y algunos enemigos, “El Negro Pablo”(Dante Mastropierro). Todos
ellos lo llevaran a ingresar en un mundo desconocido para él, a la vez que servirá de intermediario para correrle el velo a esta realidad al espectador.
Novedosas
y transgresora como pocas, Okupas, de la mano de su director Bruno Stagnaro (codirector de “Pizza,Birra
y Faso”), cambió el paradigma de la ficción argentina llevando a cabo un
programa con actores desconocidos(incuso algunos “actores no profesionales”), en locaciones reales con diálogos realistas
y una forma de filmar y ubicar la cámara sin precedentes en la televisión nacional.
Recordemos que hasta el momento, los programas más “exitosos” de la TV eran las
novelas costumbristas donde la comedia se entremezclaba con el drama. Aquí, Okupas, viene a poner un alto y logra
llevar a cabo una serie en Canal 7
con la idea de no solo mostrar un mundo enterrado para los medios y la gente,
sino también nuevas caras en la televisión.
Rodrigo De La Serna, el más conocido de los actores
que integran el reparto, logró darle un giro a su carrera consiguiendo probar
que estaba para papeles protagónicos en dramas. Pero, Okupas, también fue la puerta de entrada de otros actores. Como el caso de Diego Alonso que luego de trabajar varios años detrás
de cámara se animó a probar suerte y su magnífica actuación como “El Pollo” le
valió un Martín Fierro como revelación. Quizás
el caso más paradigmático para ejemplificar lo que se buscaba lograr con Okupas, sea el de Dante Matropierro(“El
Negro Pablo”), que nunca estudió actuación y en uno de los tantos giros del destino conoció a uno de los
productores del programa y lo invitó a un casting. Allí fue con su hermano, Jose
Manuel Mastropierro(que finalmente también actuaría en el programa) y le
pidieron que improvise un robo en una plaza. Fue tal la vehemencia con la que
maltrato al actor que simulaba ser la victima que se ganó el papel de villano
con una gran ovación por parte del director.
Este programa, definido por la crítica como “ficción urbana y experimental” sirvió
no solo para poner sobre el tapete una realidad oculta, sino que iluminó la que
estaba a la vista. El papel de Ricardo, un joven de clase media que se siente “desclasado”,que
ha abandonado sus estudios y se ve a la deriva en una Argentina que no logra
motivarlo, es el resultado de diez años de menemismo y en algún sentido Okupas será premonitoria de la crisis que ocurrirá unos meses más adelante.
Prefigurando el “neorrealismo”
en la televisión, Okupas comenzó
siendo una serie de culto, que luego de ganar 3 Martín Fierro logró ser
repetida por América y Canal 9 para así llegar a un público mayor. Ese mismo
público que quedó marcado por estos personajes y celebró con creces una nueva
forma de hacer televisión en el país.
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