jueves, 29 de mayo de 2014

¿Objetivo cumplido o salida forzada?



Esta es la tercera vez que Ramón se va River Plate, y siempre se fue campeón. Luego de reunirse con D´onofrio y su equipo de trabajo, Díaz les manifestó que no iba a seguir dirigiendo al Millonario. La consecuencia de una relación que nunca fue estable, de una estrategia de los directivos para forzar la salida del DT o de un Ramón Díaz que sintió que el objetivo estaba cumplido, son las posibles causas para este final abrupto del ciclo del Pelado y sus colaboradores.
D´onofrio y Ramón, juntos.
Después de una semana de algarabía en los alrededores del Monumental, a efectos de la coronación en el Torneo Final y el triunfo sobre San Lorenzo en la Superfinal, la tranquilidad parecía haber vuelto a River después de muchos años, seis precisamente. Pero algunas declaraciones a los medios, tanto del ahora ex técnico como del mandamás del club, dejaban entrever ciertas asperezas a limar en una reunión a convenir, que finalmente tuvo lugar el martes en las oficinas del club.
Desde la dirigencia bajó el discurso de la necesidad de vender jugadores del actual plantel para sanear las finanzas de la institución, además de la no consideración de hacer rutilantes esfuerzos económicos para suplantar esas bajas. Este punto empezó a alejar a Ramón, así como la intención de los directivos de contar con nombres que deben retornar al equipo luego de haber sido cedidos a préstamo, caso Mora y Trezeguet, enfrentados abiertamente con Díaz.
También es cierto que la relación de la comisión directiva con Ramón Díaz no ha sido la mejor. Desde antes de asumir, D´onofrio cuestionó y prometió revisar y ajustar el contrato que había firmado el riojano con el por entonces presidente, Passarella. El DT, por su parte, dijo antes de las elecciones “hay un candidato que no me quiere”, haciendo clara referencia a quien ganó finalmente los comicios en diciembre pasado.
El Final, 6to título local del DT en River
Otro punto de conflicto fue el deportivo, es decir, el flojo comienzo que tuvo el equipo en el campeonato que finalmente ganó. Luego de perder consecutivamente con Godoy Cruz y con Colón, la continuidad del riojano se puso en duda. Si bien en un principio se lo respaldó, el propio presidente mencionó que le pediría un paso al costado si las cosas no le saliesen bien.  Otro chispazo fue el agradecimiento de Ramón a la barra, después de ganarle a Atlético Rafaela en el Monumental. Este hecho, si bien no pasó a mayores, tuvo una marcada desaprobación por parte de la dirigencia.
Díaz nunca terminó de sentirse totalmente querido por la nueva cúpula del club. Nunca sintió un fuerte respaldo, sino sólo timoratas declaraciones de apoyo, siempre marcando el terreno de que la comisión directiva es quien manda. Esta es la política que asumió el nuevo mandatario y sus laderos, River por sobre todas las cosas. El haberse rodeado de glorias de la institución, precisamente Enzo Francescoli, también fue una cuestión para resaltar en la relación entre técnico y dirigentes. La reafirmación del riojano en el puesto fue más una cuestión popular, D´onofrio vino a reformular el club, y en esa idea parece no haber estado Ramón, al menos el que todos conocemos, el del perfil alto.
Díaz cortó con una sequía de 6 años
Lo cierto es que los resultados le dan la derecha al entrenador que obtuvo ocho títulos en River. Volvió el 4 de diciembre del 2012, y después de 544 días al frente del club, volvió a darle una alegría al pueblo riverplatense. Después de tantas pálidas, tanto institucionales como deportivas, no es menor el hecho de que el Millonario haya vuelto a salir a campeón, y menos con qué técnico al mando. Difícil es saber si otro DT lo podría haber conseguido, pero la realidad es que Díaz cumplió con esa meta, motivo que dio puertas afuera para su salida, aunque no haya sonado del todo convincente.
En el horizonte se encuentra una decisión compleja para quienes toman las decisiones en River. Con la Libertadores, la Sudamericana, la Copa Argentina y el torneo local por delante, también la restructuración del plantel profesional, ahora se le suma la elección de una nueva cabeza del grupo. Además, no es lo mismo elegir un técnico después de Ramón que de cualquier otro nombre, menos cuando se viene de salir campeón, de no perder en todo el año frente al rival de toda la vida, y de volver al ruedo internacional.

Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF


 

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