lunes, 7 de julio de 2014

¡Argentina semifinalista!



Tuvimos que esperar 24 años y 5 días para que la selección Argentina vuelva a estar entre los cuatro mejores equipos del mundial. El 30 de junio de 1990, en Italia y con Maradona a la cabeza, Argentina pasaba a semifinales dejando eliminado la desaparecida Yugoslavia. El pasado 5 de julio y después de tantas frustraciones, el equipo nacional se aseguró su pasaje - el anteúltimo- en busca del sueño máximo.
Higuaín festeja con Messi y Di María
El partido se abrió rápido. Messi, en una rareza, recuperó en la mitad de la cancha. Se la dejó a Di María que intentó otra cosa de lo que finalmente salió.  Ese rebote oportuno que dio la pelota terminó en una media vuelta deliciosa de Higuaín, que dejó sin chance alguna al bueno de Courtois. El Pipa, con un gol marca Batistuta, nos hizo saber a todos los argentinos que acababa de comenzar su mundial. Argentina 1-0, y la ilusión es cada vez más grande.
El resto del partido pasó sin grandes sobresaltos para la selección. Bélgica sólo inquietó con alguna escaramuza, pero ya sobre el final del encuentro. El equipo de Wilmots nunca se encontró y sus mejores jugadores pasaron desapercibidos, más allá del mérito que tuvo La Albiceleste de hacer inferior a un rival que en los papeles parecía más duro.
Sabella hizo una apuesta fuerte y le salió bien. Argentina jugó el mejor partido en la competición. Para enfrentar a Bélgica, Pachorra decidió los ingresos de Demichelis y Biglia por Fernández y Gago, sumándole Basanta por Rojo. Aunque éste era obligado por la suspensión del ex Estudiantes, el DT podría haber optado por otras alternativas como Campagnaro, por ejemplo.
Festejo Albiceleste post partido
Estos cambios mejoraron el aspecto defensivo del equipo. Demichelis le aportó experiencia y solidez a la última línea, Basanta juego aéreo para la pelota parada -además de haber hecho un correcto partido en la marca- y Biglia solvencia en el medio, siendo una rueda de auxilio para Mascherano, ante el bajo rendimiento de Pintita.
Argentina  tuvo sacrificio. Messi, más atrasado en la cancha a como acostumbramos a verlo, hizo un gran partido. Enchufado, rápido con la pelota para hacer pases quirúrgicos y con la voluntad propia de un capitán que quiere ser campeón del mundo, corrió y marcó la salida del equipo belga.
La defensa correcta, buen partido de los cuatro marcadores. Romero estuvo bien. Biglia y Mascherano fueron una garantía. Lavezzi jugó con el overol puesto, cumpliendo a rajatabla las órdenes del técnico. Di María fue más socio de Messi que nunca e Higuaín, más allá de su gol, un tanque que aguantó siempre las dos moles que tuvo Bélgica en el fondo.
La selección nacional ya cumplió el primer objetivo, jugará los siete partidos del mundial de Brasil. Sólo una mancha aparece entre tanta esperanza y es la lesión de Di María. Lo del jugador del Real Madrid se trata de una lesión leve, según los médicos argentinos, y hasta alguno aventura con que pueda estar en una hipotética final.
El próximo miércoles el nuevo escollo será Holanda. El historial es favorable a La Naranja Mecánica. Los holandeses triunfaron en Alemania ´74, con un contundente 4-0. El otro, más cercano en el tiempo, fue en Francia ´98, cuando Bergkamp ajustició a Roa sobre el final del partido y puso el 2-1 que nos mandó de vuelta a casa. El último fue en 2006 con un empate sin goles por la fase de grupos. El único triunfo argentino es una de las páginas doradas de la selección y data del 25 de junio de 1978, el día que con los goles de Kempes y de Bertoni, Argentina se consagraba por primera vez campeón del mundo. 

Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF.



 

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