martes, 2 de julio de 2013

Una jugada

Si bien acostumbramos a elogiar al enganche, el reconocimiento de hoy es para alguien que precisamente no ocupa esa demarcación, aunque la ejerce muy seguido y de forma estupenda. Se trata de un joven nacido en Fuentealbilla el 11 de mayo de 1984. Español él, a pesar de jugar en el equipo que más  representa a Cataluña en su afán por ser un país libre. Español y de los mas importantes de la historia deportiva de esa nación.

Don Andrés Iniesta Luján fue un joven tocado con una varita mágica. Llamado a aparecer en aquellos instantes que nos quedan en la memoria por mucho tiempo.

De pequeño despuntaba el vicio en el club Albacete, donde luego de mostrarse en un torneo regional, fue visto por los ojos del Barcelona, que inmediatamente lo incorporó a sus filas para formarlo en La Masía. Allí el pequeño Andrés se sentía en familia. En un club que interpreta y venera su manera de jugar y de ver el deporte se moldeó como persona y jugador ocupando la posición del 4, aquella en la que destacaba un tal Pep Guardiola, ídolo de su infancia. Puede que sea jugando en ese puesto donde aprendió a ver toda la cancha y procesarla en su cabeza para saber que decisión tomar en cada momento del juego.



            No ahondaremos en fechas y reconocimientos individuales ya que no es la idea de la nota. Sí mencionaremos que debutó en primera reemplazando nada menos que a Juan Román Riquelme, otro de sus referentes futbolísticos. Andrés se destaca simplemente por hacer siempre lo que pide la jugada, ni más ni menos. Como aquel remate con el revés del pie, en la puerta del área del Chelsea, para clasificar a los culés a la final de la Champions League en un escenario que siempre acarreó dificultades como lo es Stanford Bridge. O como cuando recibió un balón de Cesc en la puerta del área chica, y como él dijo, solo debió esperar a que la pelota le baje para anotar el gol, simplemente el gol que le dio a España su primera Copa del Mundo en el tiempo suplementario de una muy disputada final ante Holanda. En fin, decíamos que se trata de un pequeño hombre llamado a las grandes hazañas.

Pero no son esos goles el motivo de estas palabras. La jugada que originó este humilde homenaje transcurrió en Moscú. Y describe perfectamente al tipo de jugador con el que estamos tratando. Barcelona disputaba un partido por la fase de clasificación de grupos de la Copa de Europa. Don Andrés recibió un balón en el ataque izquierdo de su equipo, rodeado de tres jugadores y la línea de cal que marcaba el lateral. Con un pie a pie se saco de encima al primer marcador y se fue por la banda, evitó exigido que el esférico se le fuera por la línea de fondo y con una rápida pisada de futbol 5 se saco de encima al barrenador que fue en su acecho. Enganchó, buscó desbordar para servir el gol a un compañero, pero encontró los caminos cerrados, por lo que luego volvió a enganchar y en un solo movimiento, consiguió hacer (y por duplicado) la jugarreta mas venerada por estas latitudes, un caño delicioso que pasó en medio de cuatro piernas. Así es, el hombre salio del asecho de tres marcadores tirando un hermoso túnel a dos de ellos (¡juntos!) y luego sirviendo el balón a otro compañero atrás suyo para que siguiera con la jugada y encontrara los espacios.


Hizo todo lo que pedía la jugada y más, ya que esos regates solo están al alcance de unos pocos. Como si hiciera falta, al siguiente domingo se despachó con otra exhibición. La tarde transcurría entre mates y estudio entre amigos, con el televisor encendido pero con el volumen en cero para no desenfocarnos de nuestra tarea. Pero fue en vano. El hombre se esforzaba en vulnerar nuestra concentración y cada vez que nos dábamos vuelta había un festejo provocado por él, ya sea con una de las tres asistencias que brindó, o con el golazo con el que coronó esa hermosa tarde.


Por eso y por otras tantas cosas, brindo hoy por el jugador que no siendo enganche mejor representó la función de enlace entre el mediocampo y las áreas en la historia última de este deporte. ¡Salud! 



Por Martin Muelas

@martinm87

No hay comentarios:

Publicar un comentario