lunes, 23 de junio de 2014

Segunda prueba, el cerrojo iraní



Dos partidos jugados, puntaje ideal y goles de Messi. La fría estadística es perfecta, hasta previsible para el seleccionado argentino antes de comenzar el mundial. Terminadas dos fechas de la primera ronda, Argentina suma seis puntos. El sábado, la selección ganó un partido que le costó mucho más de lo que hubiese pensado y querido.
Messi, en pleno festejo de gol
En la previa, Irán era el rival más accesible del grupo. Puesto 43 en el ranking FIFA, cuarto mundial en su historia y sin grandes nombres propios, son datos que hacían prever una cómoda victoria argentina. Pero el desarrollo del cotejo fue bien diferente, se ganó, pero se tuvo que esperar hasta que apareciera la figura argentina, Leonel Messi.
La selección asiática planteó un partido dignísimo, excesivamente defensivo sí, pero con armas nobles. Pensado y llevado a la práctica, el equipo del portugués Queiroz, sólo se enfocó en neutralizar los ataques argentinos y aprovechar algún eventual contraataque. Esto último sucedió de manera concreta en tres ocasiones que fueron bien resueltas por Romero, de gran actuación.
Irán fue un duro escollo para el equipo de Sabella. Argentina arrancó bien, queriendo ser agresivo, ganando en el juego aéreo en posición de ataque y haciendo conocer a Haghighi, el arquero persa.
Postal de la marca férrea iraní
De a poco, el combinado nacional se fue alentando y dejó de ser una amenaza para los Príncipes de Persia. De hecho, en algunos lapsos del segundo tiempo, fue Romero el protagonista del partido, respondiendo de manera brillante dos remates de cabeza que hubieran significado un resultado histórico.
Agüero, otra vez desdibujado, volvió a ser recambio para el técnico argentino. Di María intentó pero no pudo, Gago fue uno de los puntos estratégicos de la marca iraní, Higuaín quedo inmerso en la buena tarea de los centrales y Messi, algo fastidioso por la propuesta del rival, entró poco en el circuito de juego.
La selección tuvo que ser paciente. El árbitro Mazic ya había dado cuatro minutos de tiempo suplementario y el empate parecía cosa juzgada,  pero es ahí donde Argentina corre con la ventaja de tener al mejor del mundo. Messi recibió la pelota en la zona que más le gusta, cerca del área y por el sector derecho. Los once jugadores iraníes estaban en posición de defensa, pero Leonel avanzó unos pasos, aceleró frente a la marca de Reza (sí, el único delantero) y sacó un remate imposible para el arquero.
Foto histórica, momento del gol
Fue un golazo, el tercero en mundiales para La Pulga. Explotó el Mineirao, Messi hizo delirar nuevamente a toda la turba argentina en Brasil. El júbilo por semejante gol y por el triunfo permite seguir soñando con este mundial, pero todavía Argentina no ha mostrado todo el potencial que puede desplegar. Irán fue un rival pasivo, que regaló la posesión en busca de lograr un resultado milagroso, algo no muy lejano a la propuesta de Bosnia seis días atrás.
El caudal de juego del equipo es quizás la cuota pendiente en estos dos partidos que pasaron, que seguramente irá apareciendo con el desarrollo del mundial, con rivales que salgan a atacar a la selección y dejen espacios para que ahí sí aparezcan las sociedades entre Messi, Di María, Gago y los delanteros.
Para destacar es que se haya clasificado a los octavos de final y haber ganado ambos partidos sin mostrar la mejor versión. A muchas selecciones les ha costado por demás este mundial, España e Inglaterra han quedado afuera, Italia deberá sufrir con Uruguay y Brasil aún no se aseguró su pase.
Ahora se viene Nigeria, el próximo miércoles. Sabella deberá optar por dar un descanso a algunos jugadores o ir con todo para asegurarse el primer puesto y evitar a Francia. Por su parte, Las Águilas Verdes, se juegan la clasificación en este partido, mirando de reojo el encuentro entre Irán y Bosnia, ya eliminado.  

Por Marco Iannarelli
@MIannarelli
@105PF
   




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