sábado, 1 de junio de 2013

Rueda la pelota: el Mundial de Uruguay 1930



Lo prometido es deuda, y + Medios cumple. Después de haber hecho un pantallazo de la historia de los mundiales, desde estadísticas generales hasta las particularidades menos conocidas, llega el momento de presentar a la primera gran cita transcontinental que tuvo el esférico: el Mundial de Uruguay 1930.
Afiche del mundial,
La década que comenzaba no pasaba desapercibida en nuestro país ni en el mundo. Hipólito Yrigoyen, Presidente de nuestro país, era derrocado por la cúpula del militar José Félix Uriburu, dando lugar al Primer Golpe de Estado en Argentina. Tampoco había pasado un año de la Gran Depresión -como se le llamó a la estrepitosa caída de la Bolsa de los EE. UU-, y Mahatma Gandhi emprendía la Marcha de la Sal en busca de la independencia de la India del Imperio Británico.
Pero otro suceso histórico estaba dando sus primeros pasos para transformarse en uno de los eventos más atrayentes, sino el más, a nivel popular. El Mundial de Fútbol tomaba color entre las selecciones que iban confirmando su presencia para disputar el torneo a jugarse en Uruguay. El país Oriental no fue elegido adrede, sino que como campeón de los Juegos Olímpicos de París 1924 y Ámsterdam 1928 se había ganado el mote de potencia, y era justo que se disputara en la casa del campeón. También podemos mencionar que se conmemoraba el primer centenario de la Constitución uruguaya y unos pocos años más de su Independencia  –105 precisamente, fue declarada el 25 de Agosto de 1825-.
Pese a la crisis institucional que se vivía al otro lado del charco, en Argentina ya se respiraba fútbol. El ´30 iba a ser el último año del amateurismo. Pero también había sed de revancha. Los uruguayos nos habían ganado la final de los JJ OO en la capital de Holanda dos años antes, dejándonos con la medalla de plata y con la bronca, claro.
La copa "Jules Rimet"
Pero vayamos a la competición de lleno. Fueron 13 las selecciones participantes, nueve americanos y cuatro europeos: Uruguay, Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Perú, Bolivia, México, EE. UU, Rumania, Yugoslavia, Bélgica y Francia. Demás está decir que las comodidades para trasladarse de un continente a otro todavía no existían, por lo que franceses, belgas y rumanos compartieron el mismo viaje en un transatlántico llamado “Conte Verde”. A este periplo que venía desde Europa se le sumaron los brasileros, quienes subieron desde Río de Janeiro. Una particularidad de este viaje es que en este gran barco viajaba la copa “Jules Rimet” –nombre del por entonces Presidente de la FIFA-  que se le daría al ganador de la competencia. El otro europeo, Yugoslavia, llegaría a bordo de otra embarcación.
Para el formato de juego los organizadores pensaron la distribución de tal forma que no se cruzaran los europeos, y lo mismo para Argentina, Uruguay y Brasil, en busca de lograr que el evento sea más atractivo. Finalmente fueron cuatro grupos, tres de tres equipos y uno de cuatro.
El partido inaugural en realidad fueron los partidos, ya que hubo dos partidos en simultáneo: Francia (4) contra México (1), y EE. UU (3) contra Francia (0). Mientras Brasil decepcionaba a su afición quedando afuera en primera ronda, Argentina y Uruguay avanzaban a paso firme hacia las semifinales junto a los EE. UU y Yugoslavia.
En un fútbol que todavía tenía muchas cosas de barrio, entre avivadas y el clima hostil del público, que  se enfurecía por alguna decisión arbitral y se metía en el campo de juego, Argentina disputaba la semifinal con EE. UU y lo goleaba por 6 a 1. Mientras tanto los uruguayos hacían lo suyo ganando por el mismo resultado a los yugoslavos.
Equipo argentino en 1930
Nuestra selección llegó al partido definitorio invicta tras ganarle en el grupo 1 a 0 a Francia, 6 a 3 a México y 3 a 1  a Chile, mientras que en semifinales se daba el ya mencionado 6 a 1 a los Yankees. Un dato no menor es que tuvimos al goleador del mundial, Guillermo Stábile, con ocho anotaciones. El combinado nacional pisaba firme.
De esta manera se volvían a encontrar las selecciones del Río de La Plata en la definición de una competición. El 30 de julio fue el día de la primera final de los campeonatos del mundo. El belga John Langenus fue el árbitro del partido, quien fue muy cuestionado por darle una manito -como se dice en la jerga popular- a los yoruguas. Antes del partido ya habían ocurrido incidentes con hinchas argentinos que quedaron varados en la aduana. Otros, por culpa la niebla, ni siquiera desembarcaron en Montevideo.
El partido lo ganó Uruguay por 4 a 2 en el mítico Estadio Centenario, nacía la Garra Charrúa. Uruguay ganaba el primer mundial entre el gran nivel de sus jugadores y las suspicacias en torno a amenazas a los jugadores argentinos para que se dejasen perder –Francisco Varallo, integrante de la selección Argentina, lo contó en varios reportajes a lo largo de su vida-. Aun así, el seleccionado oriental inauguraba el libro de las páginas doradas de la historia del fútbol alzando la “Victoria”, luego llamada “Jules Rimet”.

Curiosidades del mundial

  •         El Estadio Centenario se construyó en un lapso entre seis y nueve meses. Su terminación se dio una vez comenzado el mundial, ya que por las constantes lluvias tuvo que ser demorada su inauguración. Su primer partido fue Uruguay contra Perú, con victoria de la Celeste por 1 a 0.

  •         Los jugadores de los combinados nacionales salían con un saco a la cancha para las fotos.

  •         En el debut mundialista argentino contra Francia el árbitro terminó el partido seis minutos antes, y ante el reclamo del público, el colegiado fue hasta los vestuarios a pedirle a los jugadores que vuelvan al campo de juego. El resultado no se alteró y Argentina ganó 1 a 0.

  •         Entre las polémicas de la final, una de las discusiones antes del partido era que tanto argentinos como uruguayos querían jugar con su pelota. El resultado fue de lo más diplomático, un tiempo con la pelota de cada uno.

  •         El partido por el tercer puesto no se jugó, pero por las estadísticas del torneo se le concedió a los Estados Unidos.

  •         Se dieron muchas negativas por parte de las federaciones de varios países para participar de esta competición. Pero lo más resonante fue que Jules Rimet, por entonces presidente de la FIFA, obligó a sus players a concurrir al suelo uruguayo. Jules también le pidió ayuda al Rey Carlos II de Rumania, que no sólo eligió personalmente la lista de jugadores rumanos, sino que los reclutó de ¡una empresa petrolera!

  •         Egipto sí quiso participar, pero por el viaje en barco iban a tardar más allá de la fecha de inicio del mundial. Finalmente la FIFA no accedió al pedido de los egipcios de retrasar el comienzo de la cita y se perdieron la competición.

  •         Pese a que no todos los partidos se jugaron en el Estadio Centenario, todo el mundial se llevó a cabo en Montevideo.

  •         Los hinchas argentinos, luego de la final, fueron hasta la Embajada uruguaya y tuvieron que ser dispersados por la policía ante el reclamo popular por las sospechas del partido.

  •         En total se jugaron 18 partidos y hubo 70 goles, con un total de espectadores cercano a las 550 mil personas.



Marco Iannarelli

Fuentes: 

-"El libro de oro del mundial" Arte Gráfico Editorial Argentino S.A, Diario Clarín.












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