jueves, 5 de septiembre de 2013

Tumberos


Esta semana en +Medios volveremos a lo nacional, a lo nuestro, porque en el país también se producen buenos programas, que además de ser interesantes al televidente le plantean problemáticas que vale la pena resaltar. Analizaremos una miniserie que en tan solo 11 capítulos logró develar un mundo, hasta ese entonces, bastante desconocido para el público Argentino, como es el carcelario. Les traemos, Tumberos.  Una serie protagonizada por Ulises Parodi (Germán Palacios), encarcelado injustamente por el supuesto asesinato de una chica. Una vez  preso y trasladado a un pabellón común deberá aprender a vivir como un tumbero. Habiendo perdido su privilegio como preso VIP encarará una fuerte confrontación con el ‘’capanga’’ del pabellón, Guillermo ‘’Willy ‘’ Marmotta (Carlos Belloso) y su celador carcelario será Galtieri (Rolly Serrano). A su vez, fuera de la cárcel, la abogada Lorena Rodríguez (Belén Blanco) intentará buscar la verdad de lo sucedido, mientras se ve envuelta en un mundo donde nadie es quien dice ser.  
 

En el año 2002, Adrián Caetano, uno de los directores que más se ha involucrado con el mundo marginal (‘’Un Oso Rojo’’, ‘’Pizza,Birra y faso’’, y la fantástica serie, ‘’Okupas’’) es quien logra introducir al televidente argentino en la cárcel. Si bien este programa era grabado en la excárcel de Caseros (antes de que fuera demolida), ese sitio oscuro, sórdido, tenebroso y desconocido referencia a todos los servicios penitenciarios del país. Deja traslucir sus costumbres , su corrupta cotidianeidad con una ampulosa muestra de escenas escatológicas, violentas y degradantes que no solo logran interesar al público , sino que conforme se suceden los capítulos uno desarrollaba empatía y cariño hasta con los personajes más repulsivos.

Producida por Ideas del Sur, bajo el ala de Marcelo Tinelli, la serie llegue a plantear cuestiones tan profundas como el existencialismo, la culpa, la redención y la libertad en un contexto donde parece imposible que se pueda filosofar sobre estas cuestiones. Sin embargo, están a la vista, el espectador interesado solo debe abstraerse del contexto donde está enmarcado el show y mirar un poco más allá. Incluso en un reportaje para Página 12, Caetano llegó a decir esto:’’ Creo que en el último capítulo Tinelli me llamó y pidió que controláramos un poco lo que estábamos poniendo en el aire, porque lo habían llamado por teléfono comentándole algunas cosas que le parecían demasiado fuertes. Lo que pasa es que Tinelli no veía Tumberos y si lo veía no lo entendía. De hecho, mucha gente no la entendió. Se quedaron con la cuestión de la marginalidad en las cárceles, cuando eso era lateral. Tumberos trató de ser una metáfora de la historia argentina.’’ No es casualidad que al protagonista lo terminen llamando, ‘’Belgrano’’, como apodo carcelario.

 
Si uno se detiene a analizar los nombres encontrará referencias a otras obras e incluso a la realidad. Ulises, el protagonista, es Odiseo en latín, aquel personaje que dio vida a ‘’La Odisea’’ de Homero, donde este hombre afronta un viaje cargado de obstáculos y aventuras para reencontrarse con su mujer, Penélope. En Tumberos, Ulises sufre todo tipo de penurias con el único consuelo de que tarde o temprano vera a su hija (lo mismo sucede en ‘’Un Oso Rojo’’). Ya en los primeros capítulos presos se burlan de é;, llamandolo ''Parodia''.Del mismo modo podríamos analizar el nombre Galtieri, guardia carcerl, que trazando un paralelismo no sería otro que aquel borracho que envió a ‘’los chicos’’ a Malvinas. Incluso en una escena,  se ve a los presos afilando las ‘’facas’’ y en un corte de cámara quienes hacen ese trabajo son ‘’niños’’. Todo está pensado, ningún detalle es al azar.
Entre las cosas que vale la pena resaltar es la forma en que se volvía de los cortes comerciales cuando a serie de emitia por America. Se hacian micros de pocos minutos enseñando los códigos tumberos, las leyes del sistema carcelario e incluso se llegó a mostrar como se desarma un revolver para pasarlo dentro de una prisión. Todo esto asombrama al espectador y dio lugar que sugieran más programas de TV con este tipo de temáticas.
Lo onírico también juega gran importancia en esta serie. Desde el primer capítulo vemos que se desarrollan una serie de escenas fantásticas, de ensueño, donde casi siempre aparece la figura del caballo. En varios libros, soñar con caballos esta descripto como anhelo de libertad, de fuerza física y signo de virilidad. Sin embargo, en algunos escritos indican que si el caballo es flaco, indica falta de autoconocimiento. Y lo que en verdad sucede en Tumberos es que Parodi se irá conociendo a sí mismo. Esto desarrollará una pregunta, eje y piedra angular de toda la serie, que es tan difícil de responder como el dilema del huevo o la gallina. ¿Ulises se transforma en tumbero o siempre lo fue y necesitaba descubrirlo?

1 comentario:

  1. Excelente produccion argentina. Dejo la web para verla por si alguno le interesa

    https://cuevaretro.top/serie/Tumberos

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